viernes, 13 de noviembre de 2015

Conducción de grupos

 

Itinerarios guiados



            Existen tres modelos básicos de itinerarios guiados:



            • Itinerario general (natural o cultural): El monitor desarrolla una ruta entre dos puntos —principio y final— sin estructurar paradas o actividades determinadas; éstas irán surgiendo de acuerdo a las motivaciones

del grupo y lo que el camino pueda ofrecer.



            • Itinerario temático: El guía o monitor ha fijado con antelación el tema, las paradas y las actividades a desarrollar en cada una de ellas desde el comienzo al final del recorrido.



            • Itinerario específico: Se orienta a satisfacer intereses especiales del público: ornitología, geología, etnología, etc. El guía ha de ser un buen conocedor de la materia, al menos en sus aspectos básicos, y deberá contar con material especializado (guías, instrumentos ópticos, cartografía, etc.).

           


 Planteamiento de un itinerario guiado




        Existen cuatro fases o partes que es necesario tener en consideración a la hora de diseñar o aplicar los itinerarios guiados. A continuación se describen algunos de los aspectos más relevantes de estas fases:



  1. Preparación



            • Realizar el recorrido para comprobar el estado del terreno y la aparición de nuevos hechos o eventos durante el trayecto.

            • Establecer medidas de seguridad (botiquín, etc.).

            • Usar ropa y calzado adecuados al lugar y las circunstancias atmosféricas.



            2. Antes de la partida



            • Acudir al lugar de partida o punto de encuentro con el público (si es diferente), independientemente de las condiciones atmosféricas.

            • Llegar con suficiente adelanto (15-20 minutos).

            • Recibir, saludar, presentarse y charlar informalmente con el público que vaya llegando.

            • Comenzar a la hora establecida.

           



Presentar la actividad



            • Presentarse a sí mismo y a la institución a la que se representa.

            • Explicar al grupo a dónde se irá, qué se hará y cuál será la hora de regreso. También debe informarse sobre los requerimientos físicos básicos para realizar la ruta y dónde termina el itinerario.

           



• Hacer consideraciones sobre la ropa, el calzado y las cuestiones relativas a la seguridad (sitios o animales peligrosos, alergia a picaduras o al sol, etc.).

            • Mencionar las normas establecidas para la actividad o la visita.

            • Comentar informalmente los objetivos y qué se espera de la visita.



            Hasta este momento, el público cuenta con la posibilidad de decidir si desea o no realizar el itinerario.



            3. La conducción



            • El monitor debe mantenerse siempre en la cabeza del grupo, ya que nuestro público desconoce el camino y podría despistarse o correr riesgos innecesarios.

            • También es necesario establecer un paso y un ritmo, y seleccionar las paradas y el tiempo empleado en cada una de ellas en función de las características del grupo y de la duración prevista de la actividad.

            • Se debe respetar el recorrido prefijado, aunque debe ser flexible y atender a los elementos circunstanciales que pudiesen surgir.

            • Para grupos pequeños, se considera interesante realizar paradas cortas y frecuentes, mientras que para los grupos grandes la situación es la contraria.

            • Es fundamental evitar en todo momento riesgos para el usuario y para el monitor.

            • Se debe controlar el tiempo establecido y no acabar nunca después de la hora prevista.



             La comunicación



            • Plantear el tema y las ideas principales con claridad, asegurándose de que todos las entienden.

            • Hablar a todo el grupo y asegurarse que todos pueden ver y oír. Para ello lo ideal es situarse en algún punto por encima de la línea de visión del público.

            • Evitar los tecnicismos y conceptos demasiado complejos.

            • Procurar no hablar de lo que no se puede ver.

            • Hacer que la gente participe y use sus sentidos.

            • Charlar informalmente entre las paradas.

            • No comenzar a hablar hasta que todo el público esté presente.

            • Repetir los comentarios importantes que la gente haga.

            • Atender a todos, no sólo a aquellos que parezcan más interesados.

            • No temer al "no lo sé".



            La duración de cada una de estas paradas debería oscilar entre 5 y 7 minutos. En ellas, es importante utilizar ayudas visuales o sonoras y materiales (prismáticos, cinta métrica, mapas, plumas, cortes de troncos, etc.) que faciliten la comprensión y la participación del público.

            Deben incorporarse actividades cortas y estimular el uso de los sentidos.           Puede recurrirse además a ejemplos  y realizar preguntas a varios niveles a fin de involucrar intelectualmente a los usuarios:



           



4. Conclusión del itinerario



            La actividad tiene que terminar con una conclusión definida que enfatice el mensaje.

            Esto debe ocurrir coincidiendo con la última parada. Además, debería:

            • Reforzar el tema y resumir el itinerario.

            • Hacer preguntas al grupo con fines evaluativos.

            • Dar la posibilidad de hacer preguntas y responder a las que el público haga.

            • Charlar informalmente antes de la despedida.

            • Dar las gracias en nombre propio y en el de la institución.


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